El verano de 2025 promete ser uno de los más calurosos desde que existen registros, lo que representa un serio desafío para garantizar el acceso al agua potable para millones de personas en todo el mundo. Según las previsiones de los principales servicios meteorológicos, las temperaturas en algunas regiones de Europa, América Latina y Asia podrían superar todos los récords anteriores. Esto llevará inevitablemente a un aumento en el consumo de agua y a un mayor riesgo de sequías.
El clima está cambiando
El aumento de las temperaturas globales acelera la evaporación y disminuye el nivel de las aguas subterráneas, lo que agrava los problemas de suministro en regiones ya vulnerables. Las sequías son más frecuentes y prolongadas, y los sistemas actuales de abastecimiento de agua no están preparados para las nuevas realidades climáticas.
La situación del agua es especialmente crítica en el sur de Europa y en algunas partes de Asia, donde la agricultura, la industria y la población dependen de un suministro estable. La escasez de agua no solo afecta a las personas, sino también a los ecosistemas, lo que puede conducir a desastres ecológicos irreversibles.
Aumento del consumo en tiempos de escasez
El calor extremo incrementa el uso de agua en zonas residenciales y comerciales. En verano, grandes cantidades de agua se destinan al riego de jardines, llenado de piscinas privadas y lavado de coches — procesos muchas veces ineficientes y difíciles de controlar en términos de ahorro de recursos.
En edificios y complejos residenciales sin una medición y control precisos, se puede desperdiciar una cantidad significativa de agua. La falta de transparencia en el consumo genera conflictos entre inquilinos, empresas gestoras y proveedores de servicios públicos. Muchos usuarios no pagan el agua que consumen o la utilizan sin control, lo que genera pérdidas adicionales para todos.
El verano de 2025 no es solo una estación calurosa — es un reto para todo el sistema de gestión del agua. Cada litro de agua se convierte en un recurso valioso que no puede desperdiciarse. Sin un enfoque integral en la medición, el control y la reducción de pérdidas, la situación puede derivar en interrupciones del suministro y graves consecuencias socioeconómicas.
Como respuesta a estos desafíos, ADD GRUP ofrece los medidores ultrasónicos de agua ADDRA, capaces de registrar incluso los caudales más pequeños y detectar fugas de manera inmediata. Los medidores pueden estar equipados con válvulas de corte que permiten limitar el consumo a distancia a los usuarios derrochadores. Estas tecnologías se convierten en un elemento clave para una gestión sostenible del agua en tiempos de crisis climática.
Para más información, contáctenos al correo: info@addgrup.com